Un médico solo
necesita un smartphone o teléfono inteligente para empezar a practicar e-health o e-salud. La consulta, tal y como la conocemos hoy, y gracias a las nuevas tecnologías, está en vías de extinción. En breve, en cada médico de cabecera tendremos un doctor digital y en cada paciente un experto en su propia salud.
La
telecirugía es un sistema de comunicación por videoconferencia que conecta, en
tiempo real, a médicos situados en diferentes lugares del mundo. ¿El objetivo?
Hacer una intervención quirúrgica con las aportaciones de todos ellos gracias a
la robótica. La NASA (foto abajo) lo
utiliza habitualmente.
Un
estudio de la consultora WPP ha señalado que el 74% de los médicos estadounidenses
utiliza teléfonos inteligentes con fines laborales: y el 38% tablets.
En
nuestro país, las cifras son más modestas: según Accenture solo el
46% de los doctores utiliza smarphones para
fines médicos.
Las herramientas del ‘e-doctor’
La
revolución de los e-doctors comenzó
por algo tan simple como buscar en Internet: según un estudio publicado en la
revista española de medicina Atención Primaria la mayoría de los médicos buscan
información sobre enfermedades en Internet, pero también utilizan la web para
contactar con otros profesionales, acceder a revistas especializadas online o para buscar
evidencias científicas. De hecho, “las cinco principales vías de acceso de
información médica para un médico son (por este orden) Internet, apps las
intranets de los centros de salud, el contacto médico a médico y el colegio”.
Pero las TIC (tecnologías de Información y la comunicación) han sacudido los cimientos del mundo médico y hoy les ha permitido
ir más allá de las búsquedas, pues gracias a la e-health se consiguen muchas otras ventajas.
Cursan una formación más realista y
especializada
Entrenan
a los estudiantes con iPods para sean capaces de diferenciar entre un corazón
alterado y otro enfermo.
Acceden al historial médico del
paciente sin esfuerzo
La
tecnología actual permite llevar la salud en el bolsillo a través del móvil
inteligente, permite transmitirlas, conocer las alergias de un paciente, sus
enfermedades crónicas, medicación que está tomando y mucho más.
Lo saben todo sobre fármacos
Un
estudio Eurostat de 2011 demostró que “cinco millones de errores en la
prescripción de fármacos podrían ser evitados con el uso de sistemas de
prescripción electrónica”. Vademécum es una web en la que el médico tarda 10 segundos
en ver todas las interacciones de cualquier medicamento.
Pueden contar con una segunda
opinión más especializada
Usan
para ello las comunidades médicas y las páginas de “outsourcing” de sociedades
y hospitales.
Acortan las hospitalizaciones
Si
el paciente puede medir sus datos y enviarlos al personal médico desde casa,
¿para qué alargar un ingreso e incrementar el riesgo de que coja una infección
hospitalaria? Hemos desarrollado sistemas de soporte a las unidades de
hospitalización domiciliaria y ahora mismo estamos desarrollando un dispositivo
que permite, tras un infarto, realizar una rehabilitación cardíaca de calidad
en casa”, señaló el Dr. Basagoiti.
Despejan las consultas
Ante
una epidemia de gripe un resfriado… no es necesario moverse de casa, coger frío
o transmitir nuestros virus a otros enfermos. Con una cámara web el médico aconseja lo que necesita al paciente.
Operaciones a distancia
Un
superespecialista puede manejar los mandos de un robot, a distancia, para hacer
operaciones. La telecirugía es una interfase computerizada para transmitir las
acciones del cirujano en el quirófano a una estación remota que transmite las
sensaciones táctiles del campo de operación. Es muy útil para un especialista
que no puede desplazarse allí donde está el enfermo.
Fuente: BBVA - Ábaco
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